domingo, 1 de marzo de 2015

ESPÍ RITU MARATHON (Previa).


ESPÍ RITU MARATHON, LA PREVIA.


Decía la locomotora humana, Emil Zatopek, " Si quieres correr, corre una milla. Si quieres experimentar una vida diferente, corre un maratón".

Y algo de cierto debe tener esa afirmación, no se muy bien cual es la mística especial que envuelve y que desprende todo lo que rodea a esta prueba, que todo en torno a ella se multiplica de un modo exponencial y casi único.

Leí hace poco que en el instante en el que cruzas la linea de meta, te conviertes en Leyenda, no para los demás, pero si para ti, porque cuando derrotas a la maratón traspasas un umbral que quedará para siempre, y os puedo asegurar y estoy convencido de que muchos de vosotros también lo sentís así, que desde el 14 de febrero de 2010 en el que atravesé ese umbral, algo cambió y ya nada volvió a ser lo mismo, no se si incluso yo dejé de ser el mismo, quizás si.

Y aquí me encuentro, cumpliendo de nuevo con mi ritual, ese que se repite año tras año desde entonces, el jueves previo a ese fin de semana tan ansiado, tan esperado desde hace tanto, el reloj marca las 22 horas y 15 minutos y ya no volveré más al trabajo hasta una vez pasado el domingo, mi cuerpo siento que se relaja, atrás quedan miedos, inquietudes, fantasmas que acudieron a mí en forma de enfermedad, inquietándome y mucho por momentos, el trabajo me mantenía ocupado hasta ahora, aunque me siento relajado y tranquilo, percibo por momentos que algo de nerviosismo empieza a crecer en mi, que esas mariposas maratonianas empiezan a movilizarse en mi interior, en pocas horas me encontraré con personas que quiero, también echaré en falta a muchos otros que sienten, viven y aman esta prueba tanto o más que yo, veré el brillo cómplice en la mirada de los primeros, al igual que ellos verán el mío, pero me seguirán faltando ojos cómplices con los que encontrarme, abrazos que entregar, risas nerviosas por compartir y es que, si es cierto que la ilusión conforme se acercaba el momento volvía a aflorar en mí, no es menos cierto que ha sido la edición de más emociones encontradas, de alguna que otra lágrima compartida con almas maratonianas gemelas y es que nuestra querida maratón es capaz de quitar las armaduras más oxidadas y de derribar las fortalezas más inaccesibles.

Cierro los ojos y en horas estaremos inmersos en nuestro fin de semana, esperado, deseado, tan anhelado...

Amanece, es viernes, podría ser un viernes cualquiera pero no, es el viernes del fin de semana en el que se respira maratón. Me dispongo a visitar la feria del corredor para recoger el dorsal, rutina dentro de la excepcionalidad de la ocasión, vuelvo a pensar, a visualizar, a soñar, a reír, a temer...
En el trayecto paso junto al estadio que el domingo será el epicentro de tantas emociones, me pregunto cuantas veces nos habremos visualizado allí, la mayoría de ellas en el mejor de los escenarios posibles, otras, derrotados cruelmente por quien puede llegar a ser tremendamente cruel incluso con quienes la aman, no me atrevo a mirarlo fijamente, lo hago casi de reojo, mínimamente, intento abstraerme y no pensar en el hasta el domingo...



Llegar a fibes hace que esas mariposas que estaban como aletargadas, esas que son maratonianas también, se despierten de un modo un tanto brusco, un pequeño escalofrío recorre el cuerpo al entrar allí, es como si ellas llegaran a un lugar conocido o volvieran a casa, es difícil expresarlo.
Se suceden los encuentros con amigos en este hermoso viaje, con cómplices en sentimientos, desde quién va a la búsqueda de ese maravilloso umbral que puede cambiarle para siempre, o tal vez no, hasta aquellos que tras una larga espera vuelven a encontrarse con ella y convertirse de nuevo en leyenda para con ellos mismos, en héroes vestidos con sencillez y humildad.

Uno de los que sienten como tú, como yo, mi cómplice amigo Álvaro, allí está, cuidando paso a paso el camino maratoniano de quién descubrirá esa mística por primera vez, no pudiste tener mejor compañía en este transitar amiga, esas sonrisas, esas miradas brillantes que son devueltas, ¿ podemos ponerle precio a eso?, yo no podría, no podría cuantificar cuanto vale, los nervios, las emociones, todo se vuelve a multiplicar cuando la empatía fluye de un modo natural e involuntario, al igual que ocurre con mi amigo Víctor, calma y sencillez,templanza, grandeza de corazón maratoniano, necesitamos volver a verte de nuevo corriendo tanto...



Me despido de todo lo que sabe a maratón hasta el sábado, pero no sería esto lo mismo sin el abrazo a otro de los míos y nada es casual, antes de abandonar el recinto, encuentro a Pepe y Reyes, emocionalmente es necesario para mi, ahora si, hasta mañana que volveremos de nuevo aquí.

La tarde del viernes nos reunimos unos buenos amigos y amigas amantes del atletismo y maratonianos algunos de nosotros para ver la película El Francotirador para liberar tensiones premaratonianas, el título quizás no sea el más adecuado para esto días, es como si estuviéramos en el punto de mira de alguien despiadado, implacable, pero la jornada de convivencia, de anécdotas, de risas, de compartir modo y manera de sentir, de empatizar, de crecer, corto se nos hizo, aunque gratificante lo fue.

Uno de los momentos mas intensos y que mayor ansiedad me generó en todo el fin de semana fue la vuelta a casa tras despedirme de los amigos, había dejado todas las cosas recogidas en la feria del corredor sobre la cama y al volver, sorpresa, no encontraba el dorsal del maratón por ningún lugar, creo que fueron los cuarenta minutos más agónicos de todo el fin de semana, el estado de ansiedad era tal que me costaba respirar, la imagen que se repetía en mi cabeza era la de no poder correr la maratón el domingo y es que no aparecía por ningún lugar, finalmente sobre las dos de la mañana, en un rincón casi olvidado, el dorsal 2656  surgió casi de entre la nada para poder así descansar, el sábado sería de nuevo un día intenso de emociones.

Fiz, Puro Maratón, si horas antes nos sentíamos en el punto de mira de ese Francotirador implacable que puede llegar a ser el maratón, en la jornada de hoy nos tocaba emocionarnos con la película documental de Martín Fiz,donde se reflejaba su crecimiento como atleta, su trabajo diario, su sacrificio, sus momentos y sus emociones compartidas con sus amigos, sus compañeros, su familia, sus triunfos y sus pequeñas decepciones, desde su cercanía y humildad, imposible no emocionarse y notar un nudo en la garganta con la imágenes, sobre todo con las de las adversidades, las dificultades, en las que nos vemos reflejado cuando nos ha ido mal, otro escalofrío nos recorre el cuerpo ante lo que pueda suceder de aquí a pocas horas.

La cercanía del domingo es inversamente proporcional a las emociones que se van experimentando, conforme el tiempo que queda disminuye, las emociones crecen.Esos ojos siguen brillando de un modo especial pero reconocible,es una alegría compartir palabras y momentos con amigos que vienen desde lejos como Mari y Jose, un placer conocerlo y compartir con ellos la comida, que por cierto, en mi caso fue bastante abundante, pasta para dos había en mi plato al menos, con Javier y Merche, una valiente, una soñadora,alguien que tiene un ejemplo a seguir tan grande en casa que era totalmente predecible que tarde o temprano se convirtiera en eso que comentaba con anterioridad, en leyenda de uno mismo, que es lo que de verdad importa, María, que delicia de niña María, cuanto la quiero pese a lo poco que la veo,La Ro, Manuel, mi amigo Manuel... David, Ruth y mi momento con mis compañeros de viaje este año aunque faltaba Luis, Carmen, Antonio, al igual que Manuel y toda la familia Jartible junto al amigo Eduardo Rangel, digno de elogio toda la dedicación de mis compañeros en este fin de semana para la consecución de la mayor cantidad posible de donantes de órganos, me quito el sombrero ante vosotros, momentos muy disfrutados y guardados para siempre en mi.








La grandeza de este deporte es la capacidad que tiene de igualarnos a todos, de hacernos iguales a unos y otros, de equiparar al corredor popular con alguien con 2h15'31" en la maratón de Sevilla del año 1992 como es Miguel Ríos,un placer charlar con el y comentar cosas, al igual que con mi amigo Jose María o Carmen Valle, te sacan sonrisas que hacen que esas mariposillas traviesas se calmen algo más. Con las pilas cargadas en lo emocional,con muchas emociones a flor de piel, me dirijo hasta casa, volviendo a mirar de reojo el estadio donde habitan nuestros sueños, nuestros anhelos, en muy pocas horas estaremos aquí...

Dejo todo preparado, el domingo por la mañana me pondré mis mejores galas, esas que con tanto mimo, cariño y dedicación he cuidado día a día, para encontrarme de nuevo con quien amo tanto, a quien respeto tanto, desde que nos conocimos hace ahora cinco años, nuestra relación es una relación especial, puede que no sea sencilla, puede que sea un tanto irracional, puede que sea de amor-odio de encuentros y desencuentros, de lágrimas, de alegrías, cierro los ojos...

Son las 05:55 del domingo 22 de febrero de 2015, hemos llegado,en 4, 2, 1, 9, 5....