No alcanzo a entender cual fué la semilla que germinó en mí esta pasión maratoniana o quizás si. De pequeño era el típico gordito empollón que rezaba para que lloviera y la clase de Educación Física fuera teórica y no práctica, tal es así, que el maestro al que más cariño le tenía y cuyo sentimiento era recíproco hacia mí, Don Jaime (que pequeño es el mundo), familia de la buena amiga Sandra, cuando estos años nos veíamos y le comentaba que corría maratones, el calificativo de asombro se queda pequeño para lo que sintió al comentarle esto. En casa no había una cultura del deporte más allá de esos días en los que iba con mi padre a la Peña Sevillista del pueblo para ver los partidos con mi hermano (muy bien no se lo pasaría este último, se pasó al otro equipo de la ciudad...), aunque si es cierto que todo lo relacionado con la práctica deportiva me gustaba. Recuerdo el quedarme a ver los JJOO de Los Angeles en el 84, con la figura por entonces de Jose Manuel Abascal, la plata del equipo de Baloncesto de Corbalán, Solazabal, Llorente,Romay,Martín, Epi (quería parecerme a el y como el diminutivo del apellido ayudaba, jugaba de alero y...no era malo, metía bastantes triples la verdad) y recuerdo el Maratón de esos juegos y una imagen, Gabriela Andersen...quien sabe si, inconscientemente, esa fuera la semillita que originó todo lo que ocurrió muchos años después.
Un gran salto en el tiempo nos lleva hasta el año 2007, muchas cosas pasaron hasta llegar aquí y las que vendrían a continuación. Entre ellas, una que cambiaría por completo muchas cosas en mi vida, la decisión de tras muchos años de no hacer deporte de calzarme las zapatillas y correr, principalmente para mejorar un aspecto físico con el que no estaba contento, eso fué lo que me motivó a empezar a correr y doy gracias todos los días por ello, como no hace muchos días le leí a un amigo en la previa maratoniana, yo ya he ganado, desde ese día yo gano siempre que salgo a disfrutar de todo lo que conlleva correr.
Calzarme las zapatillas ya era un gesto cotidiano,habitual y necesario en el día a día y los posibles sueños se agolpaban y el sentimiento de correr una distancia mítica como esos 42195 crecía con fuerza en mi, incluso lo comentaba en voz alta a pilares que por entonces eran fundamentales y me tacharon de loco, para alguien con una autoestima no demasiado elevada no fué lo mejor, ¿otra motivación inconsciente extra?, no lo sé, pero cierto que se equivocaron.Terremotos emocionales llegaron que la practica deportiva apaciguaron, otra de las cosas por las que agradezco a esa foto anterior el darme la motivación necesaria para dar el primer paso, el más complicado quizás.
2009, XXV Edición de la Maratón Ciudad de Sevilla, bonito aniverasario y decidí correrla, afortunadamente a finales de 2008 en una carrera en Santiponce (primera carrera popular en la que participaba sin contar alguna Nocturna) y que transcurría en parte por Itálica, me destrocé los gemelos y digo afortunadamente ya que no estaba mínimamente preparado y la cita habría sido un fiasco y quizás el idilio que mantengo ahora no sería tal.
14 de Febrero de 2010, aunque para mí es una fecha más, comercialmente no lo es y socialmente tiene su simbolismo y casualidades de la vida, en esta fecha se disputaba la XXVI edición de la cita maratoniana de nuestra ciudad y esta vez, aunque tampoco estaba lo suficientemente preparado, no iba a faltar a la cita con ella. Aquí fué donde tuve la oportunidad de conocer y citarme por primera vez con la Maratón y aunque la cita no fué todo lo placentera que hubiera deseado, especialmente a partir del km 30, el idilio y el flechazo entre ella y yo fué practicamente instantaneo y, pese a que en esos kilómetros finales juré no citarme nunca más con ella, olvidarla, con el paso de los días, la necesidad de volver a encontrarme con ella era cada vez mayor y ya por entonces sabía que, en la medida de lo posible, todos los meses de febrero, como esos 12 maratonianos que en 2010 celebraron el haber participado en todas las XXV ediciones de la maratón de Sevilla (5 de ellos tomaron la salida en esta edición de 2014), si me era posible, a mi me gustaría estar en esa linea de salida, para tener el brillo en la mirada que segundos antes del inicio de la prueba puede verse en cada uno de los rostros que allí nos encontramos, para cruzar miradas cómplices con personas que no conoces de nada pero que sabes que sienten como tú, con una pasión común que mide 42195 metros y se llama Maratón.
El recuerdo de mi primera cita maratoniana....
Puesto 1054
Dorsal 3879
Tiempo: 3:25:22
Tiempo Real: 3:24:10
Paso por la 1/2: 1:37:57
Nombre: ESPINAR HIDALGO JOSE MANUEL.
Domingo, 23 de Febrero de 2014, 06:00 ante meridiam....
Impresionante entrada. Esto promete y mucho. Otra de las casualidades de la vida es que lo que a ti te pasó con Don Jaime, me pasó a mi calcado con Don Rafael. Hace un par de años se celebraron los 25 años de que dejamos el colegio, y le llevé impreso un folio con las fotos de llegadas a meta mias hasta esa fecha, que creo que eran 6.
ResponderEliminarSe llegó a emocionar incluso, fue un momento muy bonito, y le gustó que le hubiese llevado ese recuerdo. Y se acordaba de mí. Vaya si se acordaba!!
Lo que cuentas del chavalote de la foto, aunque ya conocido no deja de emocionar tambien. Muchas veces no somos conscientes de ello, mucha gente no lo es y se vienen abajo respecto a circunstancias de la vida que cree no pueden remontar.
Te digo, y tu lo sabes bien; que somos absolutamente dueños de nuestro destino. No hay cosa que con teson, esfuerzo y ganas no podamos lograr. Y eso creo yo que es precisamente el germen del sentimiento maratoniano en una persona.
Un Maratón no es más que la demostración científica de que todo lo puedes lograr. Lo imposible es lo que no se intenta, y eso es una herramienta que sirve más allá del deporte. Ser maratoniano es algo más que un aspecto deportivo. Es una herramienta para la vida. Eso sí que es un pilar sólido.
Seguimos atentos al próximo capítulo.
Esperando ansioso el siguiente capítulo como Balbuej... por cierto la camisa la conservas que como más o menos tienes la talla de mi suegro ya tengo regalo pa Reyes...
ResponderEliminarBueno, no se que es mejor, si la maraton que te has marcado o la crónica que has echo de ella. Cuando pienso en los muchos años en los que solo veia la maraton en unas olimpiadas, me doy cuenta de todo lo que me había estado perdiendo. Crónicas como esta son las que dan la dimensión real de esta prueba, además a niveles de corredores populares como nosotros (yo ya casi que me incluyo tambien). Has detallado las sensacioness, los cambios de estado, físico y anímico, que ocurren en esta prueba. Este año lo he vivido yo tambien, por primera vez, y estoy seguro que antes lo hubiera leído y hubiera pensado que era una exageración, pero ahora se que es asi, tan dura y cruel como agradecida y hermosa. Gracias Espi por abrir tus sensaciones vividas y felicidades por lo que has disfrutado de esta maraton.
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