Elespiblog: NO SÉ...

NO SÉ

Qué otras alternativas habrá por explorar.

No alteraría un ápice las experiencias conocidas en las largas temporadas de buscar una meta y un destino , ni son perdidos los años vividos en el acogedor regazo de la ilusión, pues si empezar a andar no siempre resultó sencillo, desde el primer instante si fue algo natural correr y correr y correr…Mas, como todo lo que se nutre de pasión, el entrenamiento para llegar a la cumbre personal incluye dentro de su rico léxico no sólo el placer de los momentos álgidos, sino también las dificultades a enfrentar cuando la senda que pareció un camino sembrado de rosas deriva en espinoso solar.

Por eso, cuando hasta ahora han flaqueado las fuerzas pero aún ha persistido el hálito de la esperanza, he accedido a una moratoria y he negociado la concesión de otra oportunidad, para gastar cada una de mis siete vidas gatunas y seguir acaparando emociones a bordo de una zancada felina.

Aurora Pérez.

Pero si un día ocurre que me levanto y no siento en mis piernas el apremio a correr, si no veo la necesidad de seguir bregando para dominar el tiempo, si no hallo poesía en la rutina y no se hacen patentes las razones para continuar alimentando las costumbres; si no soy capaz de llenar mi alma de latidos, si mis pasos no gozan de la serenidad requerida para avanzar o se trastabillan en exceso o se atragantan o se tuercen, si no soy capaz de enderezarlos y retornarlos al camino, si solo aciertan a arrastrarse sin pena ni gloria y hay desgana y desarraigo en sus pisadas.

Si un día llega cargado con la incertidumbre de si las mañanas amanecerán aladas o anclarán mis pies al suelo.Si despierto y mis zancadas han decidido durante mi sueño buscar una libertad que conmigo ya no poseen e independizarse para, cual hijo que abandona el nido que le vio nacer, arrimarse a otro sol que, más caliente, les dote de mejor morada que mi cuerpo, les facilite nueva energía y ponga más imaginación a los hábitos reiterados.

Atleta veterana española más laureada.

Si un día se presenta en que ya no me enfado con el mundo cuando me lastimo y se muestra en su más encarnizada crudeza la vulnerabilidad de mi ser y redescubro mi debilidad bajo la forma de Talón de Aquiles, ese que cada corredor portamos con disgusto y con desgarro, travestido ora en músculo ora en tendón, que nos hace endebles pero nos proporciona una colosal fortaleza.

Si ese día acaecido no experimento contento en el cansancio…entonces cambiaré dígitos por manecillas y ayeres por hoys, más no sé si a cambio obtendré tristezas por alegrías, ni si será seguridad la antigua aventura, si pasados los presentes y si nunca los ahoras.

Si correr deja de ser mi alimento, seguiré no obstante predicando sus bondades, me haré una vez más eco de sus virtudes, y recordaré las dádivas y atenciones obtenidas.

No sé qué seductora afición vendrá a llenar el espacio que, libre y vacio, mendigará mi atención para no morir de nostalgia, qué nuevo quijotismo me cautivará y ayudará a idear en las nubes figuras de corredores que me persiguen o van conmigo.

Cómo podré mitigar la desesperanza que los ladrones de futuro nos causan cuando roban los sueños…no sé.